Conservo la experiencia lúdica de niño fascinado por aletas laterales
de los botiquines de mi casa materna, donde jugaba apoyando la cabeza.
Así nacieron los primeros monstruos, cíclopes y otros fenómenos.
Guardé este juego cómplice hasta el momento de su rescate.
Metropolis pertenece a la Serie Espejismos. Esta serie fué realizada
con una cámara fotográfica convencional de 35mm. y posteriormente
tratada en forma digital para lograr el efecto espejismo-espejo.
Espejos que no reflejan el mundo, pero que revelan la distinción entre mirar,
que es ver un objeto, percibirlo, y la acción de mirar, en la que se reconoce
un recorrido que está esperando la mirada, casi como un engaño cómplice,
haciendo más difuso los límites entre la realidad y la ficción, de lo natural y el artificio.
Allí se restablece el juego.
Una invocación a la profundidad y a la altura.
Al cielo ó al abismo?
Pregunta existencialista.